UNA VISIÓN DE LA BIOÉTICA QUE INVITA A LA CONCIENCIA CRÍTICA Y A SU APLICACIÓN.

Imaginemos un mundo en el que a resultas de una catástrofe ambiental, los ciudadanos se hubieran rebelado contra el sistema científico y técnico y en el ímpetu del momento, hubieran destrozado los aparatos de investigación, los laboratorios y los institutos hasta llegar, finalmente, a ejecutar a los científicos. ¿Qué sucedería cuando, olvidada la catástrofe circunstancial, reapareciese el deseo de saber?

Las personas interesadas se encontrarían ante los restos dispersos de lo que fue un magnífico sistema de conocimientos; los ciudadanos se esforzarían por recoger y organizar los fragmentos dispersos e inconexos de la ciencia, pero nadie poseería ya una visión global del conjunto y sería muy difícil poner de acuerdo a aquellos que hubieran recogido fragmentos distintos o quizá contrapuestos. En una palabra la confusión y desorientación sería casi total.

La descripción anterior muestra el efecto exacto de lo que ha ocurrido pero al revés. La reflexión ética fue desterrada durante muchos años del quehacer científico tecnológico, la ruptura con la reflexión ética ha llevado a procesos en donde la ciencia ha instrumentalizado o manipulado a muchos seres humanos a veces provocando su destrucción con el propósito de tener la libertad para investigar lo que se desee sin ningún obstáculo.

La reconstrucción de la visión ética dentro del mundo científico y tecnológico se antoja un proyecto titánico en la sociedad contemporánea.

Supone llegar a las trincheras de la práctica profesional del médico, de la enfermera, de la trabajadora social, del químico fármaco biólogo, de los administradores de la salud, de las compañías de seguros médicos, de los laboratorios y hospitales; pero también implica llegar al profesor de educación básica, media y superior, y desde luego a toda la opinión publica.

Es trascendente por tanto la formación de abogados en materia bioética, para que impacten y transformen real y perennemente nuestra sociedad con leyes que salvaguarden la dignidad de la persona humana.

Bajo esta necesidad nace el Colegio de Bioética de Nuevo León en 1998, convirtiéndose en la primera institución educativa del país en recibir la acreditación oficial de la Secretaría de Educación Pública para impartir el master en Bioética.

A 25 años de su fundación han egresado más de 200 Maestros en Bioética, originarios en su mayor parte del Estado de Nuevo León, y en un pequeño porcentaje de los Estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, y Tamaulipas; lo cual constituye prácticamente el 95% de los profesionales de la Bioética en el norte de la República.

En el Colegio de Bioética enseñamos que todo sujeto poseedor de naturaleza racional es persona humana, sin importar en que momento de su historia se encuentre, y si sus condiciones son precarias o logradas; al margen de si se encuentra en gestación, en coma, en estado vegetativo persistente, en salud o es moribundo. La persona lo es por poseer su naturaleza racional no por sus accidentes, estén en vías de funcionar o no. Poseer esa naturaleza hace al hombre merecedor de toda la protección del Estado y de la sociedad.

La persona lo es por poseer su naturaleza racional no por sus accidentes, estén en vías de funcionar o no. Poseer esa naturaleza hace al hombre merecedor de toda la protección del Estado y de la sociedad.

Nuestra convicción es el diálogo a partir de la rica tradición de las enseñanzas filosóficas aristotélicas, junto con los valiosos elementos del pensamiento moderno, que llevaron a Kant a recordarnos que un ser humano no debe ser tratado como medio sino como fin; porque la persona humana no es un algo, sino un alguien.

Nuestra convicción es el diálogo a partir de la rica tradición de las enseñanzas filosóficas aristotélicas, junto con los valiosos elementos del pensamiento moderno, que llevaron a Kant a recordarnos que un ser humano no debe ser tratado como medio sino como fin; porque la persona humana no es un algo, sino un alguien.

En este ejercicio de conocimiento, nuestro alumnado es precisamente el protagonista. El médico, la enfermera o el profesional de la salud que ha pasado por nuestras aulas han incorporado en su quehacer un verdadero y renovado humanismo, ya sea en instituciones de educación media, universidades, hospitales públicos y privados, o en diversas instancias como la Comisión de Arbitraje Médico, la Comisión Nacional de Transplantes de Órganos, los Comités de Salud del gobierno, las diferentes sociedades de médicos, el IMSS, la Secretaría de Salud, entre otras asociaciones.

Y los cursos de Antropología filosófica, de Alternativas a la solución de controversias, de Comités de Ética hospitalario, de Tanatología. Así como un curso-taller de bioética, cuidados paliativos y tanatología. Todos ellos con reconocimiento y validez oficial.

A pesar de todos estos logros, aún nuestra labor no es suficiente. Queremos trabajar hasta convertirnos en una institución de referencia obligada para la consulta y respuesta ante dilemas Bioéticos a nivel regional y nacional.

Para lograrlo, nuestro programa de acción se ha propuesto:

Participar activamente en la investigación práctica, teórica y documental, cooperando con diversos organismos Nacionales e Internacionales de divulgación científica y bioética.
Impulsar a nivel maestría nuevos campos de estudio dentro de la Bioética Holística como el Bioderecho, los cuidados paliativos y la tanatología.
Cooperar en el desarrollo académico y magisterial de educación básica, media, superior y de postgrado.
Convertirnos en instrumento de apoyo en la conformación de una genuina ecología humana.
Promover el estudio de esta disciplina entre los comunicólogos.
Colaborar junto con otras organizaciones educativas para impulsar leyes que coadyuven a hacer realidad la revaloración de la persona humana.

En espera de poder servirte, estamos a tus órdenes.
Atentamente,
Dr. Arturo Vela Staines